Inversiones basadas en objetivos
En Wealth Management de VeraBank, nuestro enfoque centrado en los objetivos sitúa al cliente en el centro de nuestro proceso. Las inversiones basadas en objetivos se concentran en lograr los objetivos específicos de un inversionista, en lugar de limitarse a intentar ganarle al mercado o acumular riqueza. Este enfoque consiste en identificar los objetivos financieros de una persona, como comprar una casa, financiar la educación de un hijo o planificar la jubilación, y luego crear una cartera de inversión diseñada para alcanzar esos objetivos en un plazo determinado.
Nuestro equipo tiene en cuenta los objetivos, la tolerancia al riesgo, el horizonte temporal y las necesidades financieras específicas de cada persona, así como las condiciones del mercado y otros factores económicos. La estrategia consiste en diversificar las inversiones entre distintas clases de activos y ajustar la cartera según sea necesario para cumplir objetivos cambiantes, acontecimientos vitales importantes o condiciones de mercado.
Este método de inversión puede ayudar a los clientes a centrarse en sus objetivos financieros personales y a evitar que tomen decisiones emocionales que muchas veces no son acertadas. La toma de riesgos basados en las emociones puede producirse cuando una persona toma decisiones de inversión en función de sus emociones: el miedo, la codicia o la excitación, en lugar de hacerlo a partir de un análisis financiero sólido. Varios ejemplos comunes de toma de riesgos basados en las emociones son:
Apostar a los valores de moda: invertir en un determinado valor solo porque genera mucha expectativa en los medios de comunicación o entre los amigos, sin tener en cuenta sus fundamentos ni sus perspectivas a largo plazo.
Venta por pánico: vender inversiones durante una caída del mercado por miedo a sufrir más pérdidas, en lugar de mantener el rumbo y conservar las inversiones a largo plazo.
Evaluar el mercado: intentar comprar y vender inversiones en el momento perfecto para maximizar las ganancias, en lugar de seguir una estrategia de inversión disciplinada basada en objetivos a largo plazo.
Mentalidad de rebaño: tomar decisiones de inversión basadas en las acciones de otros en lugar de en la propia investigación y análisis, lo que lleva a invertir en tendencias o modas populares que pueden no ser sostenibles o adecuadas para los propios objetivos.
Sesgo de confirmación: solamente buscar información que confirme las creencias existentes sobre una determinada inversión e ignorar la información contradictoria o las señales de advertencia.
Es importante reconocer y evitar la toma de riesgos basada en las emociones a la hora de invertir, ya que puede dar lugar a malos resultados de inversión e impedir que el inversor alcance sus objetivos financieros a largo plazo. Nuestro proceso ayuda a mitigar los sesgos de comportamiento, identificar metas y objetivos, desarrollar un plan de inversión óptimo para toda la vida y, en última instancia, aumentar las posibilidades de que nuestros clientes alcancen sus objetivos financieros.
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